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🎤 Y ganó la mejor, EA
Blanca Paloma gana el Benidorm Fest 2023 y se convierte en la próxima representante de España en Eurovisión
5 de febrero / Madrid
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Nadie recordaba ya las polémicas nacidas de la primera edición del Benidorm Fest, en la que Chanel se impuso a las favoritas Rigoberta Bandini y Tanxugueiras gracias al voto del jurado. ¿Por qué lo harían? Chanel logró un impresionante tercer puesto en Eurovisión y calló las bocas de quienes pensaban que su candidatura no era digna. Al fin y al cabo, ¿quién sabe lo que es o no es digno para Eurovisión? La ilusión de la gente volvía a estar a flor de piel y parecía que, esta vez, nadie juzgaría el potencial de una canción sin ver antes su puesta en escena. Así fue.
Tras una primera semifinal decepcionante y una segunda que intentó remontar con actuaciones de mayor calidad, la final guardaba ingredientes más que necesarios para apaciguar las malas sensaciones que estaba dejando la segunda edición hasta el momento. Tan solo ocho actuaciones (en teoría las mejores) se medirían en una última gala de la que saldría elegido nuestro nuevo representante eurovisivo. Además, Mónica Naranjo, Rodrigo Vázquez e Inés Hernand se notaron mucho más sueltos a la hora de presentar y se disiparon las dudas en torno a su validez. Estuvieron a la altura de la ocasión.
El encargado de abrir la gala fue Manuel Carrasco con su nuevo single, Eres. Una de las voces más reconocibles de nuestro país capaz de llenar estadios era el fichaje perfecto para dar el pistoletazo de salida a la final de una edición que pecó de no tener nombres conocidos. Quizás por eso se explica el bajón en audiencia tanto en las semifinales como en la final respecto a la primera edición, pese a que el Benidorm Fest esta vez sí era una marca asentada.
Enseguida le tocó el turno a Karmento, que se convirtió en una de las sorpresas de su semifinal y llegaba a la gala como una de las grandes favoritas. Nadie podía esperar mucho de su puesta en escena, pues la canción pasó bastante desapercibida desde su publicación en diciembre. Sin embargo, la artista logró que su Quiero y Duelo cobrase vida sobre el escenario. Su pasión y su disfrute se transmitió a los espectadores de una forma sobrecogedora, y las raíces más españolas se sintieron en cada acorde. Lo extraño es que la candidatura de la manchega se sustentó gracias al apoyo del público y no del jurado, cuando lo esperable hubiera sido que fuera a la inversa. El penúltimo puesto que le otorgó el jurado hizo que no hubiera nada que hacer por el micrófono de bronce. Siento que es una de las principales perdedoras, puesto que su candidatura fue perfecta. Sin duda, uno de los mayores descubrimientos de la edición.
A continuación era el turno de Megara, que también se hizo con un hueco en la semifinal derribando a artistas que en las semanas previas parecían haber conseguido más apoyo. Lo hizo porque su actuación fue sublime, reivindicando a la perfección un género tan infravalorado y olvidado en España como lo es el rock. Al final de la noche quedó en cuarto lugar, lo que demostró que se supo apreciar el tema pero que nuestro país aún no está preparado para llevar algo así a Eurovisión. Por lo menos, Arcadia hizo que nos lo tuviéramos que pensar seriamente. Qué propuesta tan trabajada y cuánto poderío en su gran presencia escénica, mereció toda la ovación que se llevaron.
En tercer lugar actuaría Alice Wonder, la verdadera maestra de crear emociones. Anoche lo volvió a demostrar, con una magnífica interpretación de su preciosa Yo Quisiera, canción con la que consiguió sobrepasar la pantalla. Es una pena que la mayoría de los espectadores no la acabaran apreciando (así lo certifica la última posición que se llevó del voto demoscópico y la penúltima del televoto), porque firmemente pienso que Europa se hubiese enamorado de una actuación tan mágica. Para mí, una de las más brillantes que he visto en mucho tiempo en televisión.
La gran favorita antes de que empezase la segunda edición era Fusa Nocta. Ella nos traía una de las mejores canciones que se habían presentado: Familia. Su trap flamenco, una reivindicación de su amor por la familia, parecía encarnar lo mejor de artistas como Rosalía. Sin embargo, en la semifinal su propuesta se desinfló con una mala puesta en escena en la que vocalmente no estuvo acertada. Para cuando quiso arreglarlo en la final, ya era demasiado tarde. El fenómeno fan que apoyaba su candidatura se había esfumado. Pese a que su tema era excepcional, el jurado le otorgó la menor cantidad de puntos y tampoco recibió el respaldo del público. Es, sin duda, uno de los aprendizajes que podemos sacar de esta edición: sin una buena puesta en escena, no importa que tu canción sea la favorita. Por desgracia para Fusa Nocta, lo experimentó de primera mano.
Quien despegó en las apuestas a comienzos de semana fue Agoney. El poco nivel que hubo en la gala del martes lo hicieron destacar a niveles asombrosos, con una receta que incluía una brillante capacidad vocal y baile. ¿Lo peor de su candidatura? La canción. A diferencia de lo que sucedía con Fusa Nocta, cuyo tema era mejor que su puesta en escena, Agoney sufrió las consecuencias de presentarse con Arde, una canción tan fría y sin vida que ni siquiera podía solucionarlo sobre el escenario. Pese a ello, contaba con su público de fans (pues el extriunfito era uno de los nombres más populares) y el jurado lo valoró por encima de actuaciones más refinadas, lo que lo hizo quedarse a las puertas de conseguir el pase para Liverpool.
Pero el momento más esperado de la noche lo protagonizaba Blanca Paloma con su brillante EAEA. Tras presentarse el año pasado con la balada Secreto de Agua y volverlo a intentar en esta segunda edición, nos demuestra que las segundas oportunidades a veces sí son buenas. Qué barbaridad lo que la artista fue capaz de hacer sobre el escenario de Benidorm. Combinó pureza, elegancia, autenticidad y raíces, lo que la hizo no solo llevar la mejor canción, sino también la mejor candidatura. Un espectáculo digno de apreciar en directo pero también a través de la pantalla, porque su carisma hizo que fuera imposible quitar la vista de la misma mientras ella cantaba. Blanca Paloma, cuya familia es andaluza, llevó el flamenco a su máximo esplandor con una puesta en escena perfecta. No había rival ni competencia para ella.
Mientras España trataba de recomponerse tras la magistral interpretación de Blanca Paloma, José Otero cantaba su Inviernos en Marte. Y qué bien cantó, pero qué mal defendió el tema. Estar vocalmente correcto no siempre te asegura hacer una buena actuación, y José Otero olvidó que estaba apareciendo en televisión. Pecó de aburrimiento y pecó de no transmitir nada. ¿Y qué es de una balada si el espectador no la siente? Lo único que sentí en esos minutos es que su hueco no estuviese siendo ocupado por mejores candidaturas que se quedaron en semifinales.
La final la cerró fantásticamente Vicco con su Nochentera, la canción más viral de la edición. Las vibras de festival no se sintieron tan bien con ninguna otra actuación. Y es que Vicco no cantó sola, sino que lo hizo acompañada de todo el pabellón. Fue uno de los subidones de la noche y la simpatía de la artista la logró compartir de maravilla. Ojalá la canción sea un éxito, porque tiene todos los ingredientes para serlo y sería muy merecido.
Para amenizar la espara a la hora de contar las votaciones y sumar puntos, Mónica Naranjo sorprendió con una sobresaliente actuación del mítico Sobreviviré. Era energía pura sobre el escenario. Además, a ella le siguió Ana Mena, que interpretó Un Clásico y Las 12, sus dos recientes hits. Es interesante cómo Mónica Naranjo, consolidada como una de las grandes de nuestro país, actuó justo antes que Ana Mena, una joven promesa que puede llegar a lo más alto si continúa por el mismo camino. Metafóricamente era como si una le pasara el relevo a la otra, y acabó de redondear una final en la que todo había salido de perlas.
Finalmente, la candidatura que se consagró con la ansiada victoria fue EAEA, de Blanca Paloma. No hubo polémicas porque tampoco hubo dudas, fue un enorme consenso. Máxima puntuación del público y máxima puntuación del jurado. No me tiembla el pulso al escribir que España se va a Liverpool con su mejor candidatura histórica. Representa de una forma prodigiosa y maravillosa lo que somos. El resultado que obtengamos en mayo no importa, porque llevamos algo que sentimos como nuestro y de lo que podemos estar muy orgullosos. ¡Vamo' allá la Blanca Paloma!
Resultados de la final:
1. Blanca Paloma (169 puntos)
2. Agoney (145 puntos)
3. Vicco (129 puntos)
4. Megara (106 puntos)
5. Alice Wonder (89 puntos)
6. Karmento (80 puntos)
7. José Otero (75 puntos)
8. Fusa Nocta (71 puntos)
✍️ Nos leemos el próximo domingo. ¡Gracias por estar ahí!