🏆 Beyoncé hace historia en los Grammy
Beyoncé se convierte en la mayor ganadora de la historia de los Grammy en una gala que puso a Harry Styles la corona que le faltaba
11 de febrero / Madrid
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Lejos ya de la pandemia que caracterizó las tres ceremonias anteriores, la 65.ª edición de los premios Grammy se llevó a cabo en el Crypto.com Arena de Los Ángeles sin ningún tipo de restricción. Lo hacía, además, con un elenco de nominados que iba desde las ya leyendas Beyoncé, Adele y Taylor Swift, hasta los nuevos nombres del momento como Harry Styles o Lizzo.
La gala prometía ser histórica desde el comienzo, con una sublime actuación de Bad Bunny que abrió la noche más importante de la música como únicamente podría hacerlo el artista más escuchado de Spotify de los últimos tres años. El puertorriqueño se presentaba como el único cantante de la historia nominado a Álbum del Año con un disco puramente en español gracias a Un Verano Sin Ti. La grandeza de esta hazaña motivó a la Academia a que una de las galas estadounidenses más importantes del año se abriera en español. Este no sería el único momento en que el artista se subiría al escenario, pues fue galardonado con el Grammy a Mejor Álbum de Música Urbana.
Además del hecho de que Bad Bunny hiciera su discurso en español, nuestra Rosalía también estuvo bastante presente (aunque no presencialmente). Su MOTOMAMI, disco que ha roto récords y que ha sido aclamado por la crítica, se llevó el Grammy a Mejor Álbum Latino Alternativo, redondeando un lanzamiento perfecto tras llevarse el Álbum del Año en los Grammys latinos unos meses atrás.
Pero la auténtica protagonista de la edición fue Beyoncé. Llegaba a la ceremonia con un total de nueve nominaciones, ampliando la brecha de la artista con más nominaciones de la historia con 88. Pero lo hacía tarde. El premio a Mejor Canción R&B ni siquiera pudo recogerlo ella misma porque, según Trevor Noah (presentador que ya es un clásico de los Grammys), la artista estaba sufriendo un retraso. Un retraso que tal vez fuera más intencional que casualidad, pues cuando Beyoncé apareció en la gala, lo haría para recoger el premio que la convertía en la artista con más Grammys de todos los tiempos. El gramófono al Mejor Álbum de Música Dance por Rennaisance era su número 32.
Otra de las vencedoras de la noche lo iba a ser Adele, aunque no tan a lo grande como se nos venía acostumbrado, pues, de los siete galardones a los que optaba, únicamente se hizo con la estatuilla a Mejor Canción Pop por “Easy on Me”. De esta forma, la cantante ponía fin a una racha impresionante de trece victorias consecutivas en las que llevaba años ganando absolutamente todo a lo que aspiraba.
Sin embargo, los momentos de máxima tensión se vivieron en las cuatro grandes categorías. La primera de ellas traería de vuelta a Olivia Rodrigo, una de las ganadoras de la pasada edición. Como viene a ser costumbre, la ganadora a Mejor Nuevo Artista de cada año presenta la categoría al año siguiente. Y ella sería quien gritaría el nombre de Samara Joy, que se impuso a otros favoritos en la categoría como Anitta o Maneskin y se llevó a casa el premio que honra al artista revelación.
En cuanto a la Mejor Grabación del Año, premio que tiene en cuenta la producción, el premio iría a las manos de Lizzo gracias a su About Damn Time. La artista quiso dedicar su triunfo a Beyoncé: “Cambiaste mi vida, [...] y quiero que la gente se sienta así con mi música. Muchas gracias, eres claramente la artista de nuestras vidas”.
Acercándonos ya al final de la ceremonia, era momento de anunciar a quién la Academia reconocería con la Canción del Año, estatuilla que honra la composición en lugar de la producción y cuya lista de nominados recopilaba grandes nombres de la industria. Taylor Swift, que para estas alturas de la gala ya se había llevado a casa el galardón a Mejor Vídeo Musical por All Too Well, aspiraba a este galardón por sexta vez, un hecho histórico en los Grammys. Sin embargo, en una industria ciertamente misógina, los Grammy decidieron dar un golpe sobre la mesa premiando, a sus 73 años, a Bonnie Raitt. Gracias a su Just Like That, se ha hecho con el galardón a Canción del Año cinco décadas después de debutar. Una canción poco conocida, pero con gran narrativa, que es al fin y al cabo lo que se premia.
Y, para finalizar, se daría el gramófono más importante de la noche, el más codiciado. El premio a Álbum del Año, a quienes aspiraban Beyoncé, Adele, ABBA o incluso Bad Bunny. Pero el Grammy fue para Harry Styles y su Harry's House, que ponía así el broche de oro a un año sin precedentes en su carrera artística. Ya cuenta en su vitrina con el galardón más codiciado de la industria musical.
✍️ Nos leemos la próxima semana. ¡Gracias por estar ahí!